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lunes, 3 de octubre de 2011

Se cocía lo que no quería escuchar a la espalda.
Por eso siempre caminaba con pesar y con la cabeza gacha.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Me habian descrito aquel lugar como extraño y diferente.
Efectivamente, extraño y realmente ...oscuro.
En aquella taberna destartalada habrían poco más de ocho personas, esparcidas de manera lejanas unas de otras, evitandose entre ellas.
Olía sorprendentemente a algo que no sabría definir con otra palabra, desamparo.
Era ese lugar del cual me habian advertido, no pisarlo jamás.
Ahora entendía porqué.
Aquel lugar, donde el silencio es tan ruidoso que duele dentro,donde donde la cerveza más tomada se llama lamento, y el mejor de los compañeros,ella, soledad.
Sin lugar a dudas había entrado en aquella posada por una razón que solo yo sabía.
Y no me hacía ilusión, haber llegado allí.
 Haber pisado la posada de los muertos.

domingo, 4 de septiembre de 2011

No necesito recordarme cuantos miedos tengo.
Una vida..¿vivir? que buena opción.
No depares en promesas, no planees nada, deja de analizar.
Me hablas de..¿Destino? puede.
Las cosas siguen su curso, fallidas o beneficiosas, deben seguir.
Todas y cada una de ellas.
Adiós.

martes, 2 de agosto de 2011

Haz como si el tiempo tuviese fecha de caducidad.
Anoche..Anoche volví a recordarte,pero te juro que fue sin querer, yo no quería, pero ahí apareciste,realmente realista si quieres que te sea sincera.
Tampoco fue mi culpa, simplemente leía de nuevo, sentada en ese gran y solitario sofá, echo para tantos, y soportando a tan pocos.
Fue accidentalmente,cuando encontré aquella corta frase en aquel enorme libro, y mil y un recuerdos, dispararon , así, sin piedad mi mente, y cuando tu figura inútilmente realista se acercaba a mí, provocando una vez más, ese jodido desbocar, esa jodida agitación en el pecho.
Las palabras están echas para herir.
Eso me dijiste, ¿recuerdas?
Y de eso nos dimos cuenta, créeme, yo si me di cuenta.
Finalmente, he de confesarte que he aprendido a convivir sin herir, sumida en el silencio, porque solo así siento, que es una manera de rectificar, o de perdonarme a mí misma.
Pero, ya no estás aquí, a veces pienso (ya no de manera tan accidental) si habrás cumplido tu sueño, el de la Antártida, o el de escribir tu propio libro, libro que no leeré.
Porque simplemente, las palabras están echas para herir, las tuyas (y la mías, no me excluyo) sí.
Y ahora vuelvo a mi silencio, a mi libro, a mi vida y a mi soledad, ya tendré tiempo para recordarte mañana
Abandono tu recuerdo por esta noche, querido.
Hasta pronto.

sábado, 25 de junio de 2011

Llovía fuertemente, y la manta no llegaba a sus dedos de los pies,tiritaba.
Habíamos buscado las mil y un maneras de huir de aquella casa, de aquella vida, de aquella situación.
La calefacción brutalmente destrozada,(tal vez los años, las ratas nunca abandonas,supongo), y las llaves..se las había llevado Clarise, ¡Cómo si así solucionase algo! ¿De verdad creía que pasar frío encerrados en una habitación bastaría para si quiera mirarle?
Pues si, bastaba, lo hacía con el rabillo del ojo, que siempre creí que era de un gran funcionamiento.
Sus labios habían pasado de un rosa suave a morado, ahora esta despeinada ( de tanto meter la cabeza bajo el almohadón) y su camisón...Era imaginario, porque solo llevaba aquella manta corta,que dejaba ver sus dedos de los pies.
Supongo que ella también me miraba con su rabillo del ojo, porque se reía cada vez que me rascaba la cabeza, disimulando el frío y creyendome fuerte.
Entonces, rompió aquel extraño y frustrante silencio.
-Si somos dos, obtendremos en unos diez minutos, algo de calor,calor mutuo, deja tus odios a un lado y ven a calentarte, no te sienta bien ese color en los labios.
Llevaba razón, necesitaba calor, mucho calor, de su calor.
Me acomodé a su lado, y me tapé lo que pude con aquella pequeña manta, aún si haber hablado.
Y así repentinamente, comenzó a reirse, me cubrío con la manta y bajo ella me besó.
Si , el calor mutuo igual que el tabaco, puede ser peligroso.
Pero igualmente, con los pies fríos, nunca se piensa bien.

sábado, 18 de junio de 2011

Tocas fuerte en mi ventana, que se encuentra cerca de la tuya.
Pese a ser las tres de la madrugada, no puedo evitar esa sensación espinoza en mis brazos,no he tocado ningún enchufe, SHIT.Escalofríos...
Entra, que ya se que va a pasar, y te recibo con los brazos abiertos.
Si, desabrochame el sujetador, y juguemos un rato entre mis sábanas, que ya las conoces bien, no vas a perderte.
Llámame por mi nombre, no me hables de princesas, que yo lo único que necesito es un poco de silencio y algo de satisfacción a tu lado.
Pero ni se te ocurra callarte los te quiero,que siempre son bienvenidos.