Encendió su cigarrillo con el mismo arte con el que lo hacía siempre.
Cuando lo despegó de sus perfecto y coloridos labios el humo empezó a salir de su boca con toda la tranquilidad posible..
Había preferido desnudarse aquella noche,aún sabiendo que no haríamos el amor.Ambos debíamos controlarnos pues no contábamos con preservativos y habíamos tenido un duro día..
Pero ella estaba allí , tendida, acariciando su vientre con ternura, y yo , como siempre, embobado y seducido por aquel cuerpo tan perfecto,tan brillante..
Supongo que fue el descontrol el que me invitó a apartar sus manos de su vientre y besarlo con suavidad.En cuanto quise darme cuenta estábamos haciendo el amor...
Y yo,acababa con la marca de sus labios rojos por mi cuerpo, y ella, que tanto sudaba, con unos cuantos mordiscos en su cuello,mordiscos que su pelo tapaba...
Me besaba con pasión mientras entre las sabanas buscaba mis pies, para juguetear con ellos.
Amèlie era siempre igual de apasionada,con ese intento de alcanzar la perfección y acomodar su vida de manera a que ésta se pareciese a alguno de sus libros..
He de decir una cosa.
ResponderEliminarMe encanta deberias escribir algo mas, pero con mas detalles eso da mucho morbo jaja