No dejes nunca de soñar.

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.

Es el final donde comienzo.

Cuando abrió los ojos de verdad.

El sonido del despertador inundó la casa.

Paró el despertador de un manotazo,"otro día más"pensó."Otro día más.."
Se levantó con rapidez,hoy tenía un duro día por delante.Debía solucionar el caso de las gemelas Bamber,y tres juicios por delante.
Se vistió con el mismo traje de los jueves,su caro esmoquin gris,corbata roja y camisa blanca de botones.
Corrió a poner la cafetera mientras se echaba su fragancia de channel "Bleu" que como había dicho su secretaria y en la etiqueta de compra,"Usted huele a flores".
Corría por la casa,era grande pues un hombre como él podia permitirselo,amueblada de manera totalmente perfecta,y con un ventanal gigante,que facilitaba la vista hacia la "Tour Eiffel",era la casa perfecta.
Se miró al espejo,y empezó a sonreir ante él,siempre había estado orgulloso de su sonrisa,pero hoy,cambiaba algo...
Había envejecido,se podían distinguir notables canas en se cabello peinado,y alguna que otra diferencia en sus ojos.
Entonces,empezó a recordar..
Recordó sus años en la casa de campo junto a su abuela,las peleas con su vecino Bertrand a moras,la casita de árbol,y el columpio que había creado por sí solo en la terraza de su casa...Recordó a Lise,aquella muchacha a la que tanto había seguido en su adolescencia,sus sueños...De pequeño quería ser marinero,le gustaba la idea de acudir al  puerto,aquel puerto envuelto de magia e historias que capitanes le habían contado,aquel puerto,en el que tantas noces había pasado viendo estrellas con su querida Lise,con Bertrand...Todavía recordaba el olor a salitre,a paz,a calma,a felicidad...
Y allí estaba,ante un espejo de mucho dinero,notando su vejez por primera vez,en un trabajo con el que no soñaba,lejos de su lugar favorito,de sus sueños,solo..Tan lejos de todo lo querido.
¿Que había pasado con su querida Lise y su gran amigo Bertrand?,La última vez que se vieron...¿Cuándo fue?No lo recordaba..¿Y que pasaba con sus sus sueños?¿Donde los habia dejado?
El sonido del café listo invadió la habitación.
"Otro día más"-Pensó-"Otro día más.."

Allí seguía, a mi derecha,en aquella mullida cama.

 El reloj marcaba las seis de la mañana.Como no,las seis de la mañana...
De un salté bajé de la cama y me incorporé,en aquellas sabanas,en aquella cama y en aquella habitación podía sentirse un calor casi infernal.
Me dirigí al baño,directa al espejo,algo que hacía cada mañana al despertar,ni siquiera sabía porque pero solía pasarme los minutos allí pasmada observando hasta el más minimo detalle de mi cara,de mi cuerpo.
Pero esa mañana hacía demasiado frío en la sala, y en la cocina...El termómetro marcaba la llegada del invierno.
Volví a la habitación,allí pese a todo se estaba más calentito,más cómodo..
Me tiré con suavidad en la cama y lo miré.Respiraba con dificultad,y resoplaba de vez en cuando.
Todavía recordaba aquella época en la que aquel hombre tirado a mi derecha de la cama,había sido el joven al que tanto había querido en mi adolescencia...Y allí seguía tirado a mi derecha, en la mullida  cama..
Hubo un tiempo en el que le quise,llegué a enamorarme de él...Lo recuerdo,pero con el tiempo,aquel sentimiento que había en mí había desaparecido,ya no lo quería.
Pero allí seguía,a mi derecha en aquella mullida cama. 
Había algo en aquel hombre que estaba a los primeros pasos de su vejez que necesitaba,pero no estaba muy segura de el que exactamente...
Tal vez fuesen sus ojos,su boca,aquel semblante atractivo que aún se distinguía en su rostro.
Tal vez fuesen sus frases,sus palabras,sus susurridos,esos que hacía que me olvidase de respirar apenas segundos..
O tal vez fuese porque lo necesitaba a él entero.Con todo.Él..
Mi querido Mike,yo ya no lo quería,pero sí lo necesitaba.Me imaginaba aquella cama vacía,el desprenderse del sonido de sus carcajadas,de suss mimos..
Necesitaba todo de aquel hombre...Pero yo ya no le quería.
Y allí estaba,a mi derecha en aquella mullida cama.
Yo no lo quería,yo lo necesitaba,allí a mi derecha en aquella mullida cama

Ma chère Faustine.

Faustine...
¿Un nombre raro verdad?tan extraño y singular como ella...
Faustine es..Tan amarga,tan dura,tan desoladora,tan luctuosa..Tan triste.
Su sonrisa es..es lastimosa,intenta ocultar esa pena con el carmín de sus labios.Es rojo,un rojo intenso,como..el fuego.Por eso es imposible no reparar en sus labios,destacan de una manera desmedida en su piel pálida....Y su cabello es tan brillante , siempre lo lleva desaliñado,despeinado,, sus perfectos rizos son acompañados de una bonita boina roja,lo que hace que estos parezcan más grandes.Pero tiene un rizo algo juguetón,que salta a su frente de manera graciosa,ese rizo con el que juguetea cuando se preocupa,cuando no sabe que decir,cuando mira ensimismada el mar..

Faustine es como el hielo,se derrite con el tiempo.
Todavía recuerdo los numeroso "te quieros"  que le susirraba al oido..Nunca me los respondió con palabras,solía cerrar los ojos y respirar con dificultad,como si no lo creyese,O como si no lo quisiese.
Fumaba,fumaba cada vez que podía:cuando lloraba,al despertar,antes de una ducha,después de que hiciesemos el amor,al cocinar..Pero sobretodo cuando leía,...Yo,que soy un NO fumador, que asquea a todos aquellos que lo hacen debía de aceptar que ver a Faustine con el cigarrillo entre sus labios rojos y la manera en la que soltaba el humo...Me resultaba terriblemente sensual.
Habían noches en las que me despertaba y no la encontraba a mi lado,pero solía saber donde estaba..
Allí,placidamente sentada en el cómodo sillón de mi despacho,desnuda,leyendo algunos de mis libros o mis notas,con cigarrillo en mano y una sonrisa,pintada de rojo.
Ma chère Faustine..

Grita.

Sentí la adrenalina fluir por mis venas y pensé que ahí estaba la respuesta.Debía ser la combinación de adrenalina y peligro, o quizás la simple estupidez..
-¿Estás segura?-Preguntó con preocupación.
Sonreí con los labios apretados.
El sonido de la moto sonó atronador


O tal vez fuese el de la misma locura.

Todo y nada. Nada y más.

Fuimos tres,somos tres y seremos tres pequeñas soñadoras, en busca de las mejores alas para volar, las magicas dosis de imaginacion y las reinas de las pompas gigantes.

Porque, asi sin necesidad de más, seguiremos el dificil camino que nos depara en mundo..Preparadas para cualquier obstaculo,mostrando la mejor de las sonrisas pues, pase lo que pase,seguiremos de la mano.

Juntas.

Hasta el infinito y más allá.

Inmóvil.

Sus ojos helados se derritieron.Me quemaron con una intensidad sobrecogedora.Pero duró unos momentos.
Pronto volvieron a recobrar ese frio,y volvió a mostrarse distante.
Se limitó a observarme.
Abrí la boca para decir algo,pero volvi a cerrarla.
Aguardó con paciencia.
-Adiós-dijo entonces,con su voz suave y calmada.

Quería correr tras él,pero pronto sentí que las rodillas me temblaban y noté como poco a poco se me entumecía el cuerpo.
Noté sus labios en mi frente durante segundos apenas perceptibles...
Procuré acompasar la respiración.Necesitaba concentrarme para salir de aquella pesadilla.
-Cuidate porfavor...-Susurró.
Todavía recuerdo ver como se alejaba de alllí,lo más rapidamente posible.Perdí la noción del tiempo..¿Cuánto me habia quedado allí pasmada.sin hacer nada?
Viendo como poco a poco desaparecía...

True.

Había perdido muchas oportunidades, pero sí, sabía que esta no la dejaría escapar..
-Un billete para el próximo tren.
-¿El próximo?
-Si,¿cuándo sale?
-No lo se
-¿Perdón?
- He dicho que no lo se.
-Pero..Pero..¿Entonces?
-Tiempo.
-Eso es de lo único que no dispongo
-Ese es el primer requisito.
-Y el segundo?
-Que abandone sus sueños.
Agarre las maletas con fuerza y muy decidida busqué la salida.
Nunca abandonaría mis sueños pues, él era parte de ellos.