Seguidores

martes, 2 de agosto de 2011

Anoche..Anoche volví a recordarte,pero te juro que fue sin querer, yo no quería, pero ahí apareciste,realmente realista si quieres que te sea sincera.
Tampoco fue mi culpa, simplemente leía de nuevo, sentada en ese gran y solitario sofá, echo para tantos, y soportando a tan pocos.
Fue accidentalmente,cuando encontré aquella corta frase en aquel enorme libro, y mil y un recuerdos, dispararon , así, sin piedad mi mente, y cuando tu figura inútilmente realista se acercaba a mí, provocando una vez más, ese jodido desbocar, esa jodida agitación en el pecho.
Las palabras están echas para herir.
Eso me dijiste, ¿recuerdas?
Y de eso nos dimos cuenta, créeme, yo si me di cuenta.
Finalmente, he de confesarte que he aprendido a convivir sin herir, sumida en el silencio, porque solo así siento, que es una manera de rectificar, o de perdonarme a mí misma.
Pero, ya no estás aquí, a veces pienso (ya no de manera tan accidental) si habrás cumplido tu sueño, el de la Antártida, o el de escribir tu propio libro, libro que no leeré.
Porque simplemente, las palabras están echas para herir, las tuyas (y la mías, no me excluyo) sí.
Y ahora vuelvo a mi silencio, a mi libro, a mi vida y a mi soledad, ya tendré tiempo para recordarte mañana
Abandono tu recuerdo por esta noche, querido.
Hasta pronto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Miradas